Hay much�simas cosas diferentes en los ambientes laborales de una compa��a “gringa” y una compa��a latina. La p�litica en la oficina (office politics) son diferentes, el horario, la carga de trabajo, y as� una larga lista.
Pero lo m�s sorprendente y diferente son las costumbres escatol�gicas de los “gringos”, ellos son sumamente desenfadados con el tema, muy liberales, no les importa que la gente se entere de lo que estan haciendo o lo que van a hacer.
Citando dos ejemplos concretos, hay un se�or, claramente estadounidense, que sin ningun tipo de tapujos se lleva su peri�dico o revista de turno y se dirige placidamente a sus aposentros, inclusive, hay veces que declara, que estar� ocupado por unos quince minutos.
Otro caso me sucedi� hace y� unas semanas, estaba em Tampa, y me dirig�a al ba�o, le digo, “vuelvo en un segundo, voy al ba�o”, el me dice, “esp�rame, que yo tambi�n necesito ir al ba�o”. Bueno nada, ya en el ba�o el se dirige al blanco trono, yo me quedo de pie, y el gerente, desde su trono, entre estallidos, silbidos y un ocasional respiro de alivio, empieza muy campante a hablarme del proyecto y sobre los siguientes puntos que hay que atacar. Entre la incomidad y el asombro no me quedo mas que seguirle la conversaci�n a distancia.
Definitivamente nada que ver con la pena obsesiva y clandestinidad con la que generalmente manejamos tan privado y natural evento.