La primera vez que supe de la existencia de esa frase fue cuando present� los ex�menes de admisi�n en la EFOFAC, la vi pintada en una pared, en un patio de ejercicios, la frase engloba consistencia y perseverancia, y justo cuando crees que terminaste tu trabajo, ahora es que apenas comienza.
Creo que el ide�logo detras de esa frase era un inmigrante, porque la vida de un inmigrante es bastante similar, mucho pero mucho trabajo.
Yo soy lo que llaman, inmigrante de primera generaci�n, yo no estoy aca temporalmente, vine a quedarme, a rehacer mi vida en un nuevo pa�s, es duro, pero es as�, mi labor principal es abrir el camino para mis futuras generaciones, soy un abrebrechas, y debo decirles, es dificil serlo.
Mi vida en Venezuela era muy diferente, era m�s relajada y despreocupada, a pesar de los agobios econ�micos, el stress capitalino y la inclemente inseguridad que sufr�a all�, la vida, ironicamente, era relajada. Siempre planificando para las pr�ximas vacaciones, el pr�ximo puente, todo para alejarse y escaparse de la dura realidad y por un momento respirar profundo y dejar todo a un lado. El escape eterno del Venezolano es la camarader�a y la diversi�n, por distintos medios.
Eso a�n lo veo hoy a trav�s de los blogs, sobre todo a trav�s de flickr, en general se ve que cada quien anda tratando de pasarla lo mejor posible, y no los culpo ni los juzgo, porque yo fu� as�, es m�s, a�n lo soy, pero de forma moderada y planificada, con otras metas y goles en mente.
Ahora entiendo a los inmigrantes que iban para Venezuela, a los chinos, �rabes y europeos. Recuerdo que pensaba, esa gente no tiene vida, se la pasan trabajando todo el tiempo, trabajan en Carnavales, en Semana Santa, en Diciembre, ser� que nunca toman vacaciones. Pues ahora los entiendo, entiendo porque trabajaban sin cesar, porque eran abrebrechas, estaban abriendole el camino a sus futuras generaciones, as� como lo estoy haciendo yo tambien en este momento.
Desde que llegu� a este pa�s, ya cas� 4 a�os, no hecho m�s nada sino trabajar, olvid� lo que eran las vacaciones “al estilo venezolano”, las a�oro, claro que si, esas vacaciones de un mes o m�s, aca, no existen, no al menos para mi, no al menos en este momento, pero no me quejo, en el fondo me siento orgulloso de ello, de mi trabajo y de el de Diana tambien, pues hemos alcanzado metas que luc�an imposibles y me siento contento de que les estoy asegurando un buen futuro a mis descendientes.
La vida es una gran maestra, y me ha ense�ado que no todo es una fiesta, hay un futuro, hay que preocuparse por el, por el bien de los que vendr�n, me ha ense�ado a ser frugal y ahorrar, sigo aprendiendo y se que me quedan muchas lecciones por aprender, pero mientras tanto me ocupo de seguir abriendo caminos.